París y Berlín multiplican los contrastes sobre temas europeos
La obsoleta metáfora de la «pareja» encaja perfectamente con las relaciones franco-alemanas de las últimas décadas. Entonces, cuando se cancela una cita en el último minuto, es natural preocuparse y preguntar si algo anda mal.
La cancelación del consejo de ministros franco-alemán que debería haber tenido lugar la próxima semana, que llegó en la noche del 19 de octubre, es un hecho absolutamente inusual, especialmente teniendo en cuenta que la reunión se pospuso incluso a principios de 2023. Oficialmente la causa Es un problema de calendario, pero la noticia llega en un contexto marcado por varios desencuentros energéticos y defensivos que en las últimas semanas han envenenado el ambiente entre París y Berlín.
Hasta hace poco, fuentes parisinas atribuían estos sobresaltos al advenimiento de una nueva coalición en el poder en Berlín, formada por tres partidos que pugnan por ponerse de acuerdo, y a que Alemania es, sin duda, el país más desestabilizado por la ruptura con Rusia. por el gas, sino también, de manera más general, en términos de política exterior.
La cúpula de la discordia
Cancelar la reunión demuestra que la explicación no es suficiente.
En temas de defensa, a París le preocupa que Alemania esté tomando decisiones que dan la espalda a la lógica europea. No se trata tanto de la elección de Berlín de comprar aviones F35 estadounidenses (vinculada al papel alemán en la disuasión nuclear) como del reciente anuncio de 14 países europeos (incluida Alemania) de la intención de comprar el sistema antimisiles israelí Cúpula de hierro en lugar de funcionar. en una opción europea. Francia se negó a participar en esta iniciativa.
Agregue a todo esto las dificultades de los dos proyectos militares franco-alemanes, uno para el sucesor del Rafale y otro para el tanque del futuro, y está claro que un sector clave ahora necesita una ruptura.