El espectáculo de Rabih Mroué recorre la historia del Líbano
Rabih Mroué empezó a hacer teatro en los años noventa en Beirut. Siguiendo la estela de una generación de artistas libaneses nacidos poco antes o durante la guerra civil, que se desarrolló entre 1975 y 1990, abordó los temas fundamentales del siguiente período: el heroísmo, el sectarismo, la narración de la paz, las responsabilidades de los políticos.
Hoy es uno de los protagonistas más importantes de la escena artística de Oriente Medio. Sus obras, siempre representadas en árabe, han sido subtituladas en muchos idiomas y se representan desde Japón hasta Estados Unidos. Rabih Mroué vive desde hace diez años en Berlín, Alemania, pero el material histórico y político que trae al escenario siempre proviene del Líbano.
Entre las muchas expresiones innovadoras iniciadas por Rabih Mroué están sus famosas conferencias no académicas (lecciones no académicas). Ya en 2004, cuando todavía trabajaba y hacía teatro en sus ratos libres y con poco dinero disponible, solo aparecía en los escenarios. La primera vez solo tenía sus cuadernos en la mano para comentar. Luego con los años sumó una computadora con la que proyectaba imágenes, consultaba archivos, cuestionándose y jugando siempre con la representación del público.
Realidad sin memoria
en el espectáculo Cabalgando sobre una nube (Riding the cloud), representada los días 2 y 3 de noviembre en el marco del festival Romaeuropa 2022 y creada con Maxxi – National Museum of 21st Century Arts, en el escenario no está el brillante Rabih para una «lección», sino el hermano menor Yasser. Como explica Rabih Mroué en una entrevista con Internazionale, Yasser fue alcanzado por la bala de un francotirador en Beirut en 1987, cuando tenía 17 años y la guerra civil libanesa estaba a punto de terminar. Yasser no murió, pero la bala le atravesó el cráneo y le provocó parálisis parcial y afasia, la pérdida de la capacidad de expresarse y comprender las palabras.
Es Yasser quien le pide a Rabih poder «contar» en el escenario su dificultad para restaurar la realidad sin memoria. Y si Rabih escribió el guión, es Yasser quien ha habitado el escenario desde que el espectáculo se produjo por primera vez en 2013. “La vida de mi hermano en el escenario se ha convertido en una historia en sí misma”, comenta Rabih Mroué. “Primero insistió en mostrarme todo, sus cartas, las fotos, las entrevistas que le hice. Sentí una gran responsabilidad al tener que representar lo que me pedía. Entonces yo escribí este texto y es él quien lo recita. El nombre es suyo, y las cosas contadas se mezclan con las reales. El espectáculo nos hace reflexionar sobre la cuestión de cuánto ponemos en la creación: ¿qué línea invisible separa al personaje de quienes lo encarnan? ¿Qué añadimos a nuestra vida privada? del director? Si estoy actuando Hamlet, ¿soy yo o el actor actuando? Es gracioso pensar que ahora el verdadero Yasser está ensayando en Roma para interpretar a Yasser en el escenario”.